Reviews de Shows: EXTREME en Teatro Vorterix (Buenos Aires, Argentina)

EXTREME en Teatro Vorterix (Buenos Aires, Argentina)

Jueves 18 de Junio de 2015

por Lucas Gordon

Pasaron 16 años desde que no cubría un concierto en Argentina. Y la misma cantidad desde que no viajo más de dos horas por ir a ver un show.
Pero todo lo vale por Extreme, quien se presentó en el teatro Vorterix, de la ciudad de Buenos Aires, el 18 de Junio.
Recibí la confirmación de la cobertura la noche anterior, por lo que tenía que organizarme de la noche a la mañana.
Me dio pereza viajar a un lugar relativamente desconocido y donde no esperaba encontrarme con ninguna cara familiar, algo que en Los Angeles era imposible.
Cabe mencionar que así lo fue dos décadas atrás en mi país. Iba a un lugar y me encontraba con colegas, músicos y demás.
La misma mañana del 18 y tras confirmar que mi amiga y fotógrafa colega Paola Glitter asistiría, tomé voluntad y me fui a la estación de bus.
Al llegar al Teatro Vorterix, nos reencontramos después de un par de años que no nos veíamos y entramos al recinto, donde pudimos ubicarnos casi sobre el escenario, la valla de contención al final de la izquierda.
Allí se posicionó Pat Bagder, bajista del combo.
A las 9 PM salieron los cuatro muchachos al escenario y Buenos Aires ardió en llamas. Extreme vino a recrear el mejor álbum de su carrera, «Pornografitti», y por ende arrancaron con «Decadence Dance» y el público respondió con toda la pasión.
Gary entró con un look clásico y cabello largo. La última vez que nos cruzamos, en el House of Blues de Los Angeles, Cherone tenía cabello más corto, al igual que Badger.
Le siguió «Lil’ Jack Horny» y de allí comenzaron a volarme la cabeza con «When I’m President», donde se podía ver a un Nuno Bettencourt tocando la guitarra como si el más experimentado corredor de fórmula uno manejase con ojos vendados, pero con afilados sentidos.

Nuno no sólo arremetió con su destreza manual en las seis cuerdas, sino también con la verbal, donde en más de una oportunidad dejó salir su ímpetu de niño mimado del rock.
Cuando arrancan con «Get The Funk Out», yo estaba en total emoción por escuchar otra de mis piezas predilectas. Se podía ver a Pat recitando «Get the Fuck Out» mientras mostraba el dedo del medio.
Para mayor, Bettencourt cruza sitios con Badger, llega a la punta donde estoy y luego de señalarme dice «I know you». Creo que si en ese momento fuese una mujer, se me habrían caído las pantimedias! Menos mas que no lo era.
El momento cúlmine para muchos vino con «More Than Words», rola con la que saltaron al estrellato, y su ‘one hit wonder’, para los que no curten el hard rock. Los demás sabemos que tienen una decena de hitos.
El público, parte vital de este espectáculo, siempre se mostró activo, cantando cuán frase pudiese entonar y balbucear (aquí me incluyo) y se despachó del primer minuto del famoso tema mientras G.C. extendía el micrófono.
Cada vez era más evidente la sorpresa de Nuno y Gary del apoyo de la gente presente. Y no es para menos. Tocar en Los Angeles con un público estático y hacerlo en países latinos donde los fans somos apasionados, es algo que deja su buen recuerdo, cierto?
Me causa gracia cuando los artistas dicen «ustedes los (gente de tal país) son el mejor público que hemos tenido». Cuando Nuno dijo eso, esperaba ver que diese vuelta la guitarra y se fijase en el nombre de la ciudad. Eso pasó en un capítulo de Los Simpsons donde Spinal Tap hace justamente eso.
Posterior a la canción que dio nombre a tan bien elaborado disco, «Pornografitti», y luego de haber pasado por otro éxito como «Money» y «Monster», saltaron al mejor estilo Queen del rock efusivo al jazz con «When I First Kiss You». Gary salió con un sombrero estilo Humprey Bogart, N.B. se hizo cargo de los teclados y Pat pasó del bajo al contrabajo eléctrico.
Como en muchos recitales pasa, siempre hay desprolijidades y contrariedades. En una canción que creo era «Bumble Bee», Kevin Figuereido pasó al frente con un solo bombo y platillo. Algo que hicieron en el pasado con un par de temas.
Nuno salió con un guitarrón acústico blanco, con un dibujo de decoración y se le murió el sonido a los pocos acordes. Cherone la manejó super profesional y pudieron seguir con la canción en lo que Bettencourt cambiaba el instrumento por la viola, que usó casi todo el set.
Muchos vinieron a verlo a él. Y el portugués respondió acorde.
Como lo hicieron en el CD, el preludio de «He-Man Woman Hater» (Bumble Bee), el portador del hacha se mandó el solo en escala impecable y con un par de retoques extra.
Y luego se lo despacharon, y yo llegué a mi propio orgasmo. Este track es el que me despertó interés por el conjunto de Boston.
Ya está! Ya podía morir tranquilo al finalizar las últimas estrofas de «Hole Hearted», con el cual cumplieron con la totalidad del álbum «Pornografitti». Hasta aquí fue pornografía musical para los oídos de todos.
Antes del bis, se mandaron como despedida «Pretty Little Thing Called Love» de Queen. No era para menos, ya que fueron quienes abrieron para el tributo a la Reina, allá por el ’92.
A las dos horas y media de concierto le agregaron un par de temas de sus otros discos, como su primer corte de la carrera, el cadente «Kid Ego», donde la mitad del público se desnucó al compás del metal Funk que Extreme expuso.
Cherone que es por lejos el mejor frontman que el rock tiene en estos tiempos, no paró de saltar, bailar, subirse a los parlantes, cabalgar y hasta resbalarse y caer. Creo que Sebastian Bach no hubiera salido vivo del escenario si hubiera hecho la mitad de piruetas que hizo Gary. Baz tiene la fama de caerse bastante en el escenario.
De su veintena de piezas musicales que ofrecieron esa noche, no dejaron de lado «Change» y cerraron con «Cupid’s Dead», aunque me sorprendió que incluyesen el primer track de «Saudade de Rock» y no el corte de difusión «King of Ladies». Si bien todos estábamos en la gloria total, ese tema va a quedar como el gran ausente de la velada.
Para los amantes de la guitarra, el violero se despachó un solo de cuerdas titulado «Midnight Express» realmente entretenido, vino con acompañamiento de playback para la base, y la performance estaba hecha para que no sólo los que le gusta la guitarra lo disfrutase, sino todos los demás, yo incluido.
Lo raro es que comentó antes de hacer el solo algo como «Me pagan por tocar y me pagan muy bien, así que aquí les va un pedazo de dinero». No sé como tomarlo.
Habiendo demostrado verdadero asombro por la emotividad de un público eufórico a más no dar, en donde terminaron de tocar, con Nuno a la vanguardia, saltaron los cuatro del escenario y se fueron a la valla, donde se acercaron a abrazar a todos los fans. Allí, cuando se acercaron a mi lado, la monada frenética no hizo más que recordarme los viejos tiempos donde ver los conciertos adelante de todo, era terminar como fideo enlatado.
Impresionante! Una vez más Extreme demostró que es un grupo de lujo y por lejos la mejor apuesta que la productora MTS pudo hacer para este 2015.
Este mortal puede despedirse en paz.

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